domingo, 21 de octubre de 2012

DUELO


 
 
 
Hueco
médula del nido y mi noche clara

Luz perdida en la tumba
el recuerdo que nace valiente
y luego se hunde y retumba

Sombra de mis ojos
ausencia
vieja pupila desierta
en la aterida mirada

¡Que hoy baila el vacío!
¡Que danza y se estremece tanto!
¡Ah! ¿Quién escupe veneno al corazón marchito?

Anchura del eco
abre ya el grito
para en la muerte encontrarnos.

 

 

Liz Barrio
Marzo, 2010.

2 comentarios:

  1. Es un poema muy triste Liz, me llegó con mucho sentimiento.

    Me gusta mucho tu blog.

    Israel L.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por leer, poeta, gracias por haber acudido a este espacio y dejar tus generosas palabras. También te leo.
    Un gran abrazo

    ResponderEliminar

Gracias